Cuando un arquitecto o proyectista se enfrenta a un nuevo edificio —ya sea un colegio, una clínica, una tienda o una oficina— siempre surge la misma duda:
¿Cómo incorporar el sonido de forma funcional, legal y asequible sin que me consuma mucho tiempo ni mucho presupuesto?
En Fonestar nos enfrentamos cada día a esta pregunta.
Por eso hemos querido reunir en este artículo una visión realista, profesional y útil sobre qué implica incluir un buen sistema de sonido en un proyecto en términos de coste, de tiempo y de valor añadido.
¿Un buen sistema de sonido tiene un coste muy elevado?
Una de las primeras percepciones erróneas sobre los sistemas de sonido profesional es que suponen un sobrecoste difícil de justificar. Sin embargo, esta visión suele basarse en una idea antigua: que el audio es un añadido, un extra no esencial.
Hoy la realidad es completamente diferente:
- En muchos espacios, la normativa exige sistemas de evacuación por voz certificados (EN54).
- En el ámbito comercial o corporativo, la experiencia sonora es parte de la experiencia de marca.
- En centros educativos, sanitarios o públicos, la megafonía es imprescindible para la comunicación interna y la seguridad.
Por lo tanto, en este sentido, debe percibirse como una inversión y no como un gasto.
En términos de dinero, no hay un precio único, ya que, el coste varía mucho dependiendo de muchos factores:
- Tipo de sistema necesario: no es lo mismo un sistema de música ambiente sencillo que un sistema completo de evacuación por voz certificado según la norma EN54.
- Tamaño y número de zonas: cuantas más áreas a cubrir haya en el edificio (zonas comunes, salas independientes, exteriores…), mayor será la cantidad de equipos necesarios.
- Nivel de exigencia acústica: espacios que requieren alta inteligibilidad o cobertura uniforme (aulas, salas de reuniones, zonas industriales) necesitan soluciones más específicas y, en ocasiones, más complejas.
- Requisitos normativos: proyectos que deben cumplir normativas como EN54 necesitan productos certificados, que pueden tener un coste superior por sus prestaciones y homologación.
- Tipo de control y gestión del sistema: sistemas manuales, automáticos, multizona, con control remoto o integrados en domótica tienen distintos niveles de complejidad y, por tanto, de coste.
- Compatibilidad con otras instalaciones: si el sistema debe integrarse con otros sistemas (seguridad, alarmas, control de accesos…), puede requerir componentes adicionales o configuraciones específicas.
Pero, después de leer todo esto, seguramente sigas pensando que una buena solución de sonido es cara. Para tranquilizarte, podemos asegurar que la integración de un sistema de sonido representa un % mínimo del presupuesto; de media, entre el 0,5 % y el 3 % del total de un proyecto.
¿Cuánto tiempo necesito para definir un buen sistema?
Uno de los mayores frenos a la hora de incorporar sonido en un proyecto es el tiempo.
“No sé por dónde empezar”
“No tengo tiempo de estudiar esto”
“Tengo que entregar la memoria la semana que viene”
Son frases que escuchamos a menudo. Pero la realidad es que, si el proveedor te lo pone fácil, puedes tener una solución definida en poco tiempo.
Para poder darte una respuesta de tiempo y presupuesto, necesitaremos algunos datos básicos como superficie, tipo de edificio o zona, necesidades existentes, nivel de control deseado…
Con todo esto, podemos decir que el equipo de proyectos colabora estrechamente con nuestros partners, realizando propuestas para los proyectos en el menor tiempo posible, siempre atendiendo a la urgencia de tus necesidades: te daremos una respuesta con información personalizada en un breve espacio de tiempo.
El equilibrio real: tiempo, coste y valor añadido
Un buen sistema de sonido no debe medirse solo por lo que cuesta o tarda en definirse.
Debe medirse también por:
- El tiempo que ahorras al tener la documentación lista.
- La confianza de saber que cumple con la normativa.
- La tranquilidad de tener soporte en todas las fases.
- La percepción de calidad que transmite al usuario final.
En definitiva, lo que puede parecer una inversión puntual se convierte en un valor añadido constante.
¿Y qué obtengo realmente al trabajar con Fonestar?
Trabajar con Fonestar no significa solo elegir un proveedor de equipos. Significa contar con un socio tecnológico que entiende tu proyecto, se adapta a tus necesidades y te acompaña en todo el proceso, desde la primera consulta hasta el funcionamiento final del sistema.
Te ofrecemos:
- Soluciones ajustadas a las necesidades reales del proyecto, sin excesos ni carencias.
- Compatibilidad garantizada con normativa, diseño arquitectónico y otros sistemas del edificio.
- Presupuestos claros y adaptados, con equilibrio entre coste y valor añadido.
- Definición rápida del sistema, con documentación y memoria técnica listas para usar.
- Soporte antes, durante y después de la instalación, para que nunca te enfrentes solo a la parte técnica.
Conclusión
Como se ha podido ver a lo largo de este artículo, el sonido bien resuelto no solo mejora el espacio. Mejora el proceso.
Es una inversión inteligente que aporta funcionalidad, seguridad y diferenciación.
Por eso, un buen sistema de sonido no cuesta más, vale más.