Sistemas complejos para un funcionamiento simple
Hablaba Brenda Laurel en la última entrevista que leíamos de ella que “un diseño no está terminado hasta que alguien lo está usando”. Una afirmación a la que estuvimos dando vuelta varios días. La serendipia que nos ha cambiado radicalmente la forma de ver y enfrentarnos al futuro de nuestro sector.
Somos una empresa de diseño. Entendido, no como la capa visual de «algo» o como acto artístico, sino como lo que realmente creemos que es; la resolución de problemas.
Fabricamos productos y diseñamos espacios para resolver problemas de comunicación, de seguridad o de ambientación. Hasta aquí nada nuevo que no sepas ya. Lo realmente innovador es la adopción e interiorización del concepto de diseñar un sistema. Diseñar espacios implica saber cómo funcionan todas sus partes, las personas que lo usan, sus necesidades, deseos y experiencias. El flujo de la información y la relación entre todos los componentes. Es un sistema caracterizado por su complejidad.
Design is not just what it looks like and feels like, design is how it works.
— Steve Jobs
Haciendo un símil, el mejor ejemplo de un sistema complejo es posiblemente nuestro propio cuerpo. Existen multitud de componentes que trabajan interconectados en una funcionalidad vital. Cerebro, corazón, plaquetas, neuronas,… todos los elementos trabajan a su vez en sus propios sistemas regulados. El sistema digestivo nos permite descomponer la comida en nutrientes y transportarlo para generar energía a través de otro sistema que es el circulatorio, con sus propios elementos. O el sistema nervioso, el respiratorio, el reproductor o el endocrino. Todo funciona independiente y conectado a la vez.
Los seres humanos somos sistemas complejos como prácticamente todo en la naturaleza. Sistemas complejos tanto a nivel orgánico como social. Si lo llevamos al plano relacional se crean estructuras que también son complejas por la interconexión de múltiples componentes.
En nuestro afán por entender verdaderamente estos sistemas complejos adoptamos el pensamiento sistémico. Un tipo de pensamiento distinto al que nos han enseñado hasta ahora y que nos ha permitido crear un ecosistema de comunicación distribuido que da sentido a nuestro propósito en el diseño de nuestros dispositivos.
Nos han educado en analizar la realidad por partes. Resolver los problemas descomponiéndolos y abordar las piezas resultantes buscando siempre la línea recta de la causa y efecto. Intentando simplificar un mundo complejo.
Sin embargo, un sistema complejo es mucho más que la suma de sus partes. Solo viéndolo en su conjunto seremos capaces de entenderlo.
Este mes nos hace especial ilusión poder cerrar el círculo. El mapa actual de todo nuestro sistema AIP-audio sobre IP. Sus interrelaciones, la síntesis de sus funcionalidades, las sinergias que se crean, los puntos de entrada y salida con el resto de dispositivos del mundo,… en definitiva, presentarte un sistema complejo pero muy simple de utilizar. Con una serie de dispositivos pensados para actuar como parte de un organismo, con su funcionalidad perfectamente definida, y con el objetivo de resolver todos los problemas de comunicación, seguridad o ambientación que tu instalación requiera.
En este número también encontrarás…
Observatorio Fonestar
- Estar cuando más se necesita
- Caso de éxito: Centros de culto. Sonido óptimo en los espacios más difíciles
- Caso de éxito :Iglesia de la Virgen Grande
Y mucho más…
- Publicada la norma UNE-EN 54-1 en Español: Sistemas de detección y alarma de incendio
- El MAPA de la Logística en España 2022
- Inteligencia Artificial con Nuria Oliver
- El número #13 de Fonestar Academy va dedicado a todas las madres para celebrar su día el próximo 2 de mayo.
¡Te quiero mamá!.