Academy #19

Como el éxito de Kobe y Nadal nos inspiran en buscar soluciones enfocadas en el diseño.

En una ocasión, un periodista le preguntó a Kobe Bryant qué le diferenciaba de otros jugadores de la NBA. Y su respuesta fue ejemplar. “La curiosidad” dijo.

Podría haberse apoyado en sus magníficas condiciones físicas o en su exigente rutina de entrenamiento, pero consideró que su ansia de aprender era lo que más le diferenciaba del resto de jugadores con talento de la NBA. Kobe explicaba que «la mayoría de los jugadores que practican el juego se limitan a jugarlo. Pasarán ciertas cosas, algunas pueden ser buenas, otras pueden ser malas. Yo no lo sé. Eso no fue suficiente para mí. Quiero saber por qué».

La búsqueda constante de ser diferente a través de la curiosidad y el aprendizaje lo encumbró dentro y fuera de las canchas de baloncesto de todo el mundo. Un ejemplo como deportista, al igual que nuestro querido Rafa Nadal.

Las estadísticas de Rafa son espectaculares. De otro planeta. Ha ganado el 97% de los partidos que ha jugado en Roland Garros. Espectacular. Pero… ¿sabes cuantos puntos gana de media durante un partido de Roland Garros?

Rafa ha vencido en el 91% de los sets que ha jugado, el 66% de los juegos y tan solo gana el 57% de los puntos en un partido. Es decir, con el 57% de los puntos gana el 97% de los partidos. Centrarse en los puntos importantes marcan la diferencia.

La curiosidad de Kobe y el enfoque de Rafa son un claro ejemplo de que todas las decisiones no son iguales. Detectar cuales son las claves es nuestro principal trabajo, porque, muchas veces, las repuestas son, a su vez, preguntas. Y en las buenas preguntas creemos que está el contexto de entendimiento.

¿Para quién diseñamos nuestras soluciones? ¿Para ayudar a la sociedad o para cambiarla?

Para nosotros, diseñar es resolver con tecnologías, cada vez más cambiantes y versátiles, las necesidades y deseos de las personas en un espacio concreto. Personas, necesidades, deseos y espacios que poco han variado en diez, cien o mil años.

Sin embargo, y a pesar de que la mitad de la ecuación tenga muchas respuestas, nunca ha sido tan complejo dar soluciones. Detectar las decisiones de ida y vuelta es básico. Nuestro sector, y por extensión, nuestro mundo tecnológico, nos empuja a idealizar lo futuro y olvidar de donde venimos.

Las decisiones de hoy se convierten en diseños y productos del mañana. Y el diseño en este aspecto para nosotros es algo determinante. No tratamos de cambiar el mundo sino de hacerlo un poquito mejor. Tratar de mejorar lo que funciona mal y sobre todo potenciar lo que funciona bien.

Cuando nuestro trabajo se construye sobre el trabajo del día, año o década anterior todo es mucho más fácil. Las series SONORA, AQUA, KS, BASS, AS, PROX, DOT, FON, AIP, VELA, MAX, MPX, ZSM o SCD son el mejor ejemplo.